martes, julio 21, 2015

PASEAR


Pasear es importante. Andar nos pone en contacto con nuestra creatividad, nos hace ver el mundo de una forma panorámica, nos hace pequeños y parte de un todo; nos reconcilia con el asco y la mierda que nos rodea; nos permite respirar después de tanta angustia, de tanto peso en nuestra espalda. Caminando, tu mente tiene espacio y tiempo para meter cada congoja en su cajita, para limpiar la habitación de roña y tristeza.

Caminar por el mero hecho de hacerlo puede costarte. No te lo pienses, arranca. Yo cojo a mi perra y enfilo algún camino de las montañas que rodean mi casa. Entonces se abre la ventana y entra el aire puro. Me siento padre, escritor, creador, músico; me siento guapo y lleno de amor; también un pequeño y asustado ser humano rodeado de pequeños y asustados seres humanos. Me entran ganas de escribirlo, de abrazar a mi hija y a mi mujer, de llamar a mi madre, de coger la guitarra, de llamarte a ti.

El rock n'roll, mismamente, se expresa en todo su esplendor con el movimiento (cuando escuchas música tienes que estar haciendo algo: conduciendo, paseando, fumando, cocinando, mirando la portada del disco, leyendo los créditos, bebiendo. Escuchar música quieto mirando al infinito es una imbecilidad). El movimiento pone en marcha las ideas y la sensibilidad. Nos acerca al lugar donde los milagros existen. Pasear es un acto espiritual, individual. Pasear es darte una oportunidad. Pasear es escuchar, Dios te habla.