lunes, julio 18, 2011

VAN MORRISON EN THE LAST WALTZ


Me hizo ilusión que Carlos Boyero, en una de sus charlas para El País, destacara la actuación de Van Morrison en The Last Waltz como el momento musical más impactante que ha visto jamás. Entiendo perfectamente lo que dice. La primera vez que visioné la peli de Scorsese, comprada con sudor en un videoclub de barrio, me impactaron las actuaciones de Dylan (ese Baby let me follow you down me ardía), incluso me molaba el tema que Robbie Robertson y el resto de The Band tocan con Neil Diamond ¡me gusta Neil Diamond! y por cierto, no me acaban de entrar las entregas que ha firmado este junto a Rick Rubin; Neil Diamond siempre tuvo un toque Vegas que es lo que a tantos nos gusta de él y que pierde con la sombría y desnuda producción de Rubin. No sé, hay tantos momentos inolvidables, me recuerdo en clase, en primero de BUP tarareando a Dr. John (¡Such a night, sweet confussion, under the moonlight!) sin que nadie entendiera nada. Pero el Caravan de Van Morrison tiene un mecanismo de explosión que, tantos visionados y audiciones después, sigue intacto. Poco habrían ensayado el tema, se nota, pero Van the Man va haciéndose un hueco durante todo el tema, tratando de meterse en un solo de Robbie hasta que, una vez en posición, eleva la parte final hasta las estrellas. Luego, distante, decidido, con el deber cumplido, abandona el escenario sin más. Algo de razón tenía Carlos Boyero, seguro.