domingo, julio 31, 2011

MOTHER´S ARMY, THE COMPLETE DISCOGRAPHY


Las vacaciones son un buen momento para descubrir nuevos tesoros musicales. Mejor que dormirse la siesta alimentando la panza televisiva con sus supervivientes y toda esa gente sentada que solo dice idioteces, uno puede hacerse con la discografía de Mother´s Army, tres discos grabados entre 1993 y 1998, reeditados ahora en un solo y manejable pack. Magnífica banda, esta que representa una ramificación poco transitada de la Purple Family (por parte de un Joe Lynn Turner recién salido de Deep Purple; y también por parte del mítico Bob Daisley de los primeros Rainbow), o una ramificación poco transitada del historial laboral de Carmine Appice. Mother ´s Army fueron, en todo caso, una banda formada por grandes músicos con ganas de hacer cosas, sobretodo por parte del guitarrista Jeff Watson (Nigh Ranger) y del propio Bob Daisley, almas creativas del proyecto junto con Appice. Que unos veteranos como estos se pusieran manos a la obra en una época, 90s, en la que la gente no quería escucharles ni saber nada de ellos, tiene su mérito. Supongo que el hambre les hizo asumir el riesgo.



El primer disco homónimo de la banda es rico en melodías (aunque Joe Lynn trate de parecer duro, siempre sale su innata calidad melódica), y en serpenteantes rocks sin demasiadas aristas pero suficientemente rugosos, con estructuras poco evidentes a veces, como para que prestes atención, incluso hay blues como en Memorial day, excelente tema. Tres discos como tres soles (Aynsley Dunbar sustituyó a Carmine en el último), y tres intentos de unos viejos rockeros por encajar en una década tan extraña para ellos como los 90. No lo consiguieron, por supuesto, pero hay suficiente calidad en estas canciones como para reivindicar su atrevimiento.

sábado, julio 30, 2011

RIVAL SONS, PRESSURE & TIME


Hay discos a los que les echas el lazo enseguida. Un par de escuchas a Pressure & time y dejas de preguntarte si el disco es mejor o peor, si se ha dicho esto o aquello, y te limitas a pasártelo en grande, una y otra vez. Irresistible en temas de aromas psicodélicos como Young love (la forma en que Jay Buchanan empieza: "Well your daddy´s gonne too far this time..." es deliciosa. Hay que saber cantar eso, saber llevarte a tu casa canciones como esta. Eso es un gran vocalista), sobrado de riffs simplones pero tan digestivos como Pressure and time, blueseando a la Led Zeppelin (casi mimetizando con la banda de Jimmy Page) con Gipsy heart, o dando esas patadas que solo das cuando eres joven y estás cabreado, en esa White noise que, como otros momentos del disco, me lleva a bandas como Pink Fairies. Rival Sons presentan este fantástico disco con una portada diseñada por el legendario Storm Thorgerson (Led Zeppelin, el Dark Side de Pink Floyd), y los tipos como yo aplaudimos porque a cada escucha nos devuelven algo que nos pertenece, rock n´roll del pasado, tocado con tanto convencimiento que está aquí y ahora, en el presente.

jueves, julio 28, 2011

RESTAURANTES DE MENÚ

Ya son tres veces las que he podido escaparme durante este mes de Julio al Sucapà de l'Hospitalet a probar el menú de mediodía a 11.90, y ayer por ejemplo comimos en el Atica de la calle Galileo, Sants / Les Corts, menú delicioso con torrada casera de calabacín con queso y unas perfectísimas, golosas galtes de cerdo. Ambos sitios, pienso ahora también en el Blavis de Gracia / Sant Gervasi, son feos, totalmente anti cool, pero han encontrado la clave, y da la sensación de que cada vez hay más gente consciente de ello: restaurante llevado por gente joven, en algunos son parejas que se embarcan en la aventura de llevar un negocio propio; radio de alcance: barrio, fidelizar a la clientela próxima, que los que viven y tarbajan por la zona se sientan cómodos; precios de mediodía ajustadísimos y ante todo, calidad en la oferta y buena elaboración. Las verduras a la parrilla con panceta y soja, la hamburguesa con manzana o la ternera en chop suey del Sucapà pueden alegrarte el día más estresante. Hay que reivindicar esta forma de comer en día laborable que no son ni esas cansinas dos horas tan españolas, pero tampoco el táper delante del ordenador. Quiero decir que en media hora puedes comer en alguno de estos restaurantes, pagar poco, y sentir que no te estafan. Barcelona es la ciudad de Europa donde la oferta gastronómica es más exhuberante, también, gracias a estos pequeños locales de guerrilla.

martes, julio 26, 2011

SAXON: "CALL TO ARMS"


Digamos que cuando Saxon me llaman a las armas, yo siempre estoy ahí. Leyendas del heavy inglés, macerado en pintas de London Pride y mallas imposibles, Saxon son de las pocas bandas pleistocénicas de rock fuerte que mantienen una madurez digna. Sus años 90 están repletos de buenos discos (Dogs of war, Solid ball of rock), y las últimas entregas de la banda de Biff Byford son compactas y, a veces, vuelven a brillar como en los viejos tiempos: The inner sanctum o Lionheart son magníficos, y todavía canturreo de vez en cuando su single de Into the labyrinth, del 2009, ese emocionante (¡y tan simple!) Live to rock. Saxon deben ser la única banda en la historia que plantean una gira por su país con temas de su discografía basados en la historia inglesa. Todavía sanos y molientes en directo, válidos en estudio, mis Saxon nos ofrecen este Call to Arms de preciosa portada, y giran pronto por aquí con Judas y Motörhead. Prometen volver en otoño, brindo por ello. Call to arms es un buen disco, aunque quizás ligeramente inferior a sus últimas entregas. Byff sigue cantando a los viejos tiempos en Back in 79, y el resto de la banda patea bien, aunque en ambiciosas composiciones como Call to arms se quedan cortos de inspiración, y otras parece que las hayan compuesto en la cola del super, pim pam, como Surviving against the odds. Pero son mis Saxon, british heavy metal que ellos y otros pocos cabezotas mantienen vivo. Ayudadles en su misión y comprad el puto disco. Miradles, si hasta siguen grabando sus clips en jodidos castillos.

martes, julio 19, 2011

MY MORNING JACKET, CIRCUITAL


Nadie va a cambiar el rumbo del rock n´roll, y si eso ocurre será por las ganas de vender de revistas y discográficas, empeñadas en crear nuevas panaceas, o en las ansias que muchos tenemos a veces de ensalzar lo que nos gusta y pasarnos cuatro pueblos con los epítetos. Mejor que nadie cambie nada, y que los buenos grupos se dediquen a hacer buena música y punto. Con My Morning Jacket me pasa que he dicho las tonterías de las que hablo ahora, que si son el grupo que pilotará el rock del futuro y esas chorradas. Ahora prefiero relajarme, sentarme y disfrutar de su música y de las atmósferas que plantean en Circuital. Circuital me gusta, me atrae, pero no encuentro aquí aquellos pasajes deliciosos del anterior Evil Urges, con Sec walkin o Librarian, ni himnos como One big holiday o Gideon, sí me gusta en cambio el tejido que forman las canciones una detrás de la otra; las iniciales Victory Dance y Circuital te meten en el ánimo del disco, luego hay subidas, pocas, como Holdin on to black metal, y canciones de luminosa paleta, como You wanna freak out. La banda de Jim James ha completado un disco suficiente, bonito a veces (las dos iniciales, la penúltima Slow slow tune), pero no hermoso, como esperaba. Recurriré muchas veces a Circuital durante estas vacaciones, seducido por el humor vaporoso, escurridizo de sus canciones. Luego esperaré a que en el próximo, me sorprendan.

lunes, julio 18, 2011

VAN MORRISON EN THE LAST WALTZ


Me hizo ilusión que Carlos Boyero, en una de sus charlas para El País, destacara la actuación de Van Morrison en The Last Waltz como el momento musical más impactante que ha visto jamás. Entiendo perfectamente lo que dice. La primera vez que visioné la peli de Scorsese, comprada con sudor en un videoclub de barrio, me impactaron las actuaciones de Dylan (ese Baby let me follow you down me ardía), incluso me molaba el tema que Robbie Robertson y el resto de The Band tocan con Neil Diamond ¡me gusta Neil Diamond! y por cierto, no me acaban de entrar las entregas que ha firmado este junto a Rick Rubin; Neil Diamond siempre tuvo un toque Vegas que es lo que a tantos nos gusta de él y que pierde con la sombría y desnuda producción de Rubin. No sé, hay tantos momentos inolvidables, me recuerdo en clase, en primero de BUP tarareando a Dr. John (¡Such a night, sweet confussion, under the moonlight!) sin que nadie entendiera nada. Pero el Caravan de Van Morrison tiene un mecanismo de explosión que, tantos visionados y audiciones después, sigue intacto. Poco habrían ensayado el tema, se nota, pero Van the Man va haciéndose un hueco durante todo el tema, tratando de meterse en un solo de Robbie hasta que, una vez en posición, eleva la parte final hasta las estrellas. Luego, distante, decidido, con el deber cumplido, abandona el escenario sin más. Algo de razón tenía Carlos Boyero, seguro.

viernes, julio 15, 2011

ZZ TOP, 13-VII-2011, POBLE ESPANYOL


Billy Gibbons parece que se haya tragado una garrafa de arena antes de ponerse a cantar, se mueve como una marioneta colgada de un cactus en medio del desierto, es espigado y elegante a su manera, divertido, y toca con un temple y una calma que, disfrutada en directo, asombra. ZZ Top llevan haciendo el mismo concierto desde tiempos inmemoriales, pero vistos ayer en el Poble Espanyol, todas sus rutinas, ponchos, guitarras, coñas, gestos sutiles, su buen rollo y ese sonido a desierto tejano y a tequila, visto el motor funcionando a su calma y precisa velocidad, no puedo sino más que sentir admiración. Los años repitiendo lo mismo, tantos La grange, tantos Cheap Sunglasses, tantos Jesus left Chicago, y aún así, todo suena con vida y con gracia. Gran concierto, gran ambiente en un lugar, el Poble Espanyol, en el que es fácil disfrutar de un concierto. Waitin´for the bus / Jesus left..., el segundo y tercer tema, me pusieron la piel de gallina; hubo momentos de blues pantanoso y denso, de Hendrix, y en general, una reposada y satisfecha felicidad por haber gozado de una banda inmensa que sigue en forma.

martes, julio 12, 2011

ESCRIBE, ESCRIBE, ESCRIBE

Escribe lo que te pase por la cabeza, no esperes ni pienses. Pensar enreda las ideas que todavía están mamando la sustancia mágica, no pienses y escribe, nota como el ritmo va tensándose, como las capas van cediendo y te acercas a algo, de nuevo, mágico. Tu vida es igual de fascinante que la de otro, espera, no, tu vida debe ser escrita. Coge una parte, un detalle, déjate llevar por una tontería, enrédate como un gato y el ovillo de lana. Haz un mejunge que nadie entienda, ya le darás forma, ya mejorará. Escribir es dejarse llevar, cuando quiero escribir algo y no paso de la intención me pongo enfermo, dónde está el "clic", dónde está mi "clic". Quiero palabras, quiero sentir el ritmo, que los dedos trabajen, que corran. Verticalidad, intención, decisión. Insiste, sácate partido. El problema de las miles de personas que tienen talento para escribir y no lo saben (de hecho, cualquiera puede escribir cosas bonitas) es que no se sacan partido. Se miran al espejo y no se ven guapos, y ni siquiera le sacan punta al lápiz porque creen que nada de lo que viven merece ser escrito. Puedes escribir de lo que quieras, necesitas encontrar el "clic", busca algo, haz tonterías en la libreta, en la pantalla. O como ahora yo, escribe lo que sientes cuando escribes, sé egoista, habla de ti. Frases cortas y certeras, dardos, ya verás como en casi todas das en el blanco. Luego te lo lees una vez, cortas aquí y allá (corta siempre, no alargues, no seas retórico, no seas poeta, queremos prontitud, energía, cadencia, músculo), y al fin, le das a "publicar entrada". Y mírate ahora, saciado, completo, un poco más feliz.

ALCOHOL, TABACO, CARNE

Sé que no tiene mucho sentido, pero la gente que no bebe ni que sea un culillo de vino en una cena de viernes noche me parece cuanto menos sospechosa. Vaya por delante que tengo amigos abstemios que no entenderán de qué coño estoy hablando. Pero beber -moderadamente o no, esa es tu decisión- es importante. Acompañar los buenos momentos (ya no hablo de los malos) con algo de alcohol afina los sentidos, abre perspectivas y desengrasa el espíritu. Es sórdida una vida dependiente del bebercio, como el tipo del bar de abajo de mi casa, que se fulmina varios cubatas cada tarde cigarrillo en mano, mientras su cría de tres añitos come patatas chips a su lado; pero también tiene algo de oscura una cena en, pongamos, El Celler de Can Roca, unicamente con agua mineral, o un concierto de blues con una triste Coca-Cola, o una conversación en el Dry Martini sin gin tonic o lo que se tercie. Me pasa lo mismo con los vegetarianos, ¿se puede vivir sin comerse uno un filete de vez en cuando? ¡pero cómete ese chuletón, hombre! Abstemios y vegetarianos, que sin condicionantes religiosos ni de salud, habéis decidido beber agua y comer tofu, os admiro. ¿Y fumar? supongo que muchos fumadores tampoco conciben la vida sin el encanto del humo flotando delante de su cara. Es lo que me ocurría a mi antes de dejarlo.

sábado, julio 09, 2011

THE BAND, STAGE FRIGHT


A los 11, 12, 13 años escuchaba a Neil Young, The Band, Dylan, Hendrix... Era fácil sentirse solitario culturalmente, con una música que solo tenía cabida en mi intimidad, y que podía compartir tan solo con mi hermano o en casos puntuales con algún amigo. Cuando empecé con The Band, un doble Lp recopilatorio que compró mi hermano, luego seguí con Before the flood, enseguida me sentí atrapado. A los 12 años no deberías sentirte atrapado por The Band, no es lógico, pero ahora empiezo a entender por qué me ocurrió. En muchas canciones de The Band había un sentido narrativo que me mantenía pegado al altavoz; me estaban contando una historia, épica, bella, grande, no sé cuál exactamente, pero en The night they drove old dixie down, The weight o en Daniel and the sacred harp, alguien me contaba un cuento extraordinario, y a qué chaval no le gustan los cuentos bien contados. Quizás era que mis padres no me explicaron muchas historias antes de irme a dormir, pero un hueco vacío se llenaba cada vez que escuchaba a The Band. Y así hasta ahora mismo, con todos los discos de Robbie Robertson, Rick Danko & co. en mis estanterías, con mil visionados de The Last Waltz a mis espaldas, con las carreras en solitario del propio Robbie, o del guardián de las esencias en que se ha convertido el gran Levon Helm etc. etc. The Band siguen siendo un granero donde reencontrarme con docenas de canciones increíbles, sorprendentes, ricas ¡qué músicos tan privilegiados!, y ante todo, noche, fogata, whisky y buenas historias.



Stage fright no es mi disco favorito de la banda, o quizás sí, tampoco importa. Es el tercero en su carrera, el disco en el que empezaron a distanciarse unos a otros fruto del dinero, las drogas y los egos. A partir de ese momento, grabarían grandes obras, pero igualar el trío inicial Music for Big Pink-The Band-Stage fright, eso ya sería imposible. Un disco de congojas (Stage fright, la canción), bellas historias (Daniel and the sacred harp, cómo me emociona cuando le toca el turno de narrar a Richard Manuel, "the sacred harp was handed down from father unto son..."), canciones contagiosas (The shape I´m in), y ese carnavalesco estilo de hacer rock rural americano (Strawberry wine), y etc. Con Todd Rungren de ingeniero y Glynn Johns a las mezclas, Stage fright es una excusa como cualquier otra de entre los ocho discos oficiales de The Band, para volverme a sumergir de nuevo en ese inagotable palacio de oro.

jueves, julio 07, 2011

TEDESCHI TRUCKS BAND: REVELATOR


Cómo me gusta que se quieran tanto. Una mujer de las condiciones de Susan Tedeschi, buenos dedos a la guitarra y una de mis voces femeninas favoritas, y Derek Trucks, qué decir, el Iniesta o el Messi del blues; nadie toca ni suena como él, nadie manda como él, discreto privilegiado, al que en sus primeros tiempos en la banda de su tío, Allman Brothers, pocos tomaban en serio. Y Susan & Derek se deben querer tanto que ahora han unido a sus bandas respectivas y han compuesto una maravilla de blues y soul para alegría de ellos mismos y de nosotros. "Don´t let me slide into my dark side", canta Susan en el segundo y perfecto tema de Revelator, y me aplico el cuento, porque con canciones como estas, la oscuridad ya puede esperarse sentada. Participa Gary Louris componiendo algunos temas y el disco viene en un bonito envoltorio. Hoy tengo rondándome por la cabeza Bound for glory, ayer era la letra de Simple things. Cuánto me alegro de tener este disco para ayudarme a hacer del verano algo tan bonito.

lunes, julio 04, 2011

THE DIO DISCIPLES - ANVIL- THE RODS, BIKINI 4-VII-11


Algo debe tener la decadencia, el timo y la sinvergüenza para que yo, como una mosca, revolotee tanto a su alrededor. Me debe gustar la mierda y el pringue, y por eso, mientras leo tantas maravillosas crónicas del Azkena en mis blogs amigos, yo voy y me meto en un concierto de Dio Disciples, el tinglado que han montado cuatro decadentes para pagarse la hipoteca. Tal panda de cochambrosos salen este mes en todas las revistillas y, encabezados por Simon Wright, ilustre agarrafarolas, siguen los pasos de Joe Lynn Turner, otro maestro en eso de la currículum-exploitation. Lo hacen justificándose: Wendy Dio les ha dado su bendición para que salgan a la carretera a cobrar por reinterpretar las canciones de Ronnie. Pero eso me da igual. A veces queda bien y cuela, otras es un desastre, y el de ayer era un espectáculo triste. Pero el rock n´roll siempre ha sido rastrero en este aspecto. Donde puedes mojar, mojas. De la banda amorfa que tocó ayer en Bikini solo salvo a Doro, que destila ilusión y porque los discos de Warlock son siempre fantásticos de revisitar. Los demás, peña que quiere pagar facturas o gozar de diez segundos de ¿fama? ¿cerveza gratis? No sé, paso, pero como me gusta revolotear alrededor de la mierda, voy y pago. No tengo arreglo. En otro orden de cosas, antes de la actuación de la pandilla de Dio Disciples, salieron The Rods, veteranos heavys USA, relacionados con Dio por su líder, David Feinstein, primo de Ronnie y compañero suyo en Elf. The Rods me gustaron, quizás profundice algún día en su discografía. Luego subieron al escenario Anvil, probáblemente la principal razón por la que estuve ayer en Bikini, a parte de la mierda, como ya he dicho antes. Anvil ya nos caen bien de entrada por el documental, y es difícil juzgarles sin tener en cuenta las imágenes de "Lips" Kudlow trabajando de transportista de catering escolar, o, ilusionado, tratando de saludar a un borde Carmine Appice que no sabe ni quiere saber quién es. Me gustan Anvil, me gusta su música, y tienen una clara importancia histórica. "Lips" no parecía contento con algún problema técnico, y andaba muy mal de voz, aunque puso para la galería sus muecas y sus solos. Unos Anvil sin más mecha que la justa, con un gran Robb Reiner a la batería, y con Metal on metal para terminar, claro. Embrutecido tras la experiencia post-mortem de Dio Disciples, me fuí a casa y continué leyendo crónicas del Azkena y esperando a ZZ Top.

domingo, julio 03, 2011

NEIL YOUNG INTERNATIONAL HARVESTERS: A TREASURE


Demasiado a la ligera se han juzgado los cambios estilísticos de Neil Young en los 80. Para muchos, Neil perdió la chaveta y no la recuperó hasta Freedom o Ragged Glory, ya en los noventa. Otros pensamos que, por diversos motivos, amplió sus registros sin miedo y sin necesidad de rendir cuentas a nadie (fue demandado por Geffen, hartos de no tener en nómina al Neil Young que todos esperaban). Discos como Trans, Old ways, Everybody´s rockin´, This note´s for you o Life juegan cada uno a estilos dispares: tecno-rock, country ultra tradicional, rock n´roll 50s... Pero de todos saco siempre buenos momentos cuando los escucho; por no hablar de las giras de la época, apoteósicas y nucleares como siempre (ese video de la gira Neil´s Garage, 1987 creo, es una fiesta, incluso me gusta el vídeo grabado en Berlín, con Neil y su jodido vocoder, y Nils Lofgren dando saltitos de un lado a otro). Por eso recibo con un aplauso, sombrero en mano y pajita entre los dientes, esta nueva entrega de los archivos youngianos. Se trata de A Treasure, formado por tomas en directo de su gira '84-'85, presentando mayormente un repertorio country. Delicioso compendio de joyas como Amber Jean, la aguerrida Are you ready for the country, Flying on the ground is wrong, la divertida Motor city, en la que Neil se queja de que se vendan demasiados coches japoneses cuando ellos tienen la verdadera Motor city en Detroit; o la blues Soul of a woman, todas en sus galas más campestres, violines, pedal steels, pianitos... A treasure incluye varios temas que nunca tuvieron cabida en los discos en estudio. Aquí hay mucha energía, y tranquilo optimismo por la vida, el campo y el sol.