lunes, noviembre 08, 2010

EL PAPA VINO Y SE FUE

Al final vino el Papa, cenó un menú de Sergi Arola, emocionó a sus fieles, dio misa en la Sagrada Familia y poco después se fue. Hoy por la mañana, yendo en moto me fijaba en una pareja de ancianos retirando su bandera vaticana del balcón. Por fin algunos mossos podrán tener algún día de vacaciones, porque ayer parecían una plaga, no debieron librar ni los jubilados. El Papa ha venido y no ha pasado nada. Algunas mentes progres un tanto adolescentes deberían calmarse con sus comentarios antirreligiosos, que de tanto refunfuñar, de tanto rechazar todo lo que huela a papado y fumata blanca, van dando un peligroso giro de la izquierda abierta que dicen defender a la derecha más intolerante. Como país de antiquísima tradición cristiana, Catalunya tiene derecho a aplaudir al Papa y darle todo el fasto que crea conveniente. Mejor que venga el Papa que no Gadafi. Barcelona debía salir al mundo como una ciudad respetuosa con la religión, y por suerte se consiguió. Ratzinguer es uno de los dos o tres personajes más importantes del planeta, guste o no, y en casos como este tenemos que ser responsables con nuestra ciudad y nuestra imagen, y eso se paga con dinero público como se paga por tantas otras cosas. Una visita de Obama no nos saldría tampoco muy barata. Para los que como yo, no sentimos nada ante la presencia papal, aunque respetamos su visita, nos quedó comprobar desde casa como la televisión ha sabido actualizar la rancia imagen que la iglesia se empeña en dar de si misma, siglo sí y siglo también. Esos travelling arriba y abajo, esos barridos y contrapicados en el templo, todo pura y espectacular liturgia visual, mucho más atractiva que la que se daba abajo en el altar.