domingo, marzo 14, 2010

CRAZY HEART


Lo que más me ha gustado de Crazy Heart es que es música, música y música. Y no solo en lo que respecta al country, a esa banda sonora que es seda de primera para todos nosotros, o al plano detalle que se nos ofrece de la vida on the road de una vieja y decadente leyenda tejana (Jeff Bridges, ese Oscar ya sabías que sería tuyo ¿eh?), el sonido, los bares y las boleras con escenarios ínfimos y las actuaciones hundidas en bourbon y bidones llenos de vómito. Crazy Heart es la historia de una canción y lo que hay detrás de tres acordes y unos cuantos versos que parecen fáciles de inventar, tumbado en un sofá trasteando perezosamente con la guitarra. El Bad Blake que protagoniza Crazy Heart tiene las canciones clavadas en el alma, una a una, y esta película va de como si tienes algo de talento y motivación, puedes arrancarte una de estas estacas y ofrecerla al mundo en forma de canción, dibujo, película, sonrisa o gesto. Es una bonita lección.