lunes, febrero 01, 2010

THIS IS ROCK


Los blogs e internet en general están cambiando la forma en que leemos rock n´roll. Si estás al quite digital o tienes un blog de música, es muy probable que sigas otras páginas y eso te mantenga informado, pero para mi sigue siendo un placer íntimo y lleno de ilusión ir al kiosko y comprar mis revistas mensuales. El Popu ya me deja frío, la mayoría de redactores deberían volver a secundaria para aprender a escribir y luego matricularse en la universidad para enterarse de lo que es la ética periodística; Ruta 66 sigue siendo la mejor, aunque a veces leo críticas muy, pero que muy poco esforzadas (tengo 33 años, llevo un montón leyendo sobre música, y ya no trago con críticas de discos que con solo leer la primera frase ya sabes como terminan); y luego está la jovencita This is rock, que compro desde el primer número. This is rock tiene muchos defectos, también hay críticas mal escritas y rutinarias, redactores capaces de escribir que la coda instrumental del Layla de Clapton sobra, además de demasiada publicidad hortera, demasiados compromisos con las discográficas, una sección de reseñas de conciertos lamentable por demasiado corta en cuanto a número, y jodídamente larga en cuanto a algunas reseñas en concreto; Uno también desearía menos entrevistas compradas (o lo que sea) a otros medios extranjeros y más producción propia. Pero la sigo comprando, en primer lugar porque firmas como Diamond Jim son la gustosa excepción al resto de colaboradores de la revista, y luego porque a ver, en dónde sino encontrarás artículos vintage sobre las primeras giras de Rainbow o el Powerslave tour de Maiden con deliciosas fotografías inéditas, o entrevistas como la de este mes a Rudy Sarzo, u otras fantásticas a Yngwie Malmsteen o John Sykes. Es una revista que dedica tiempo y pasión a la saga Purple, a Marillion, al metal progresivo, a detallar etapas concretas de la carrera de AC/DC, y es como la versión adulta de las Heavy Rock que comprábamos de adolescentes. De cada número puedes esperar algo de material de derribo, pero también crónicas de la reunión de Mott the Hoople, ese es el punto. This is rock, definitivamente y con todos sus defectos, se ha ganado el respeto de muchos y el mio propio.