jueves, abril 29, 2010

SHARON JONES & THE DAP-KINGS: "I LEARNED THE HARD WAY" (2010)


Tremenda personalidad la de Sharon Jones & The Dap-Kings. Cada vez que esta mujer entra en una carnicería de Brooklyn se debe hacer un silencio reverencial, y hasta al carnicero le debe temblar el pulso cuando le filetea a Sharon sus entrecot, si es que no se los filetea ella misma sin cuchillo ni nada. El soul que amamos los que amamos a los astros del género, Stax & Motown, el rollo setentero de black chuloputas -ellos y ellas- con un par de huevos, pantalones de campana y todo eso. La portada de este I learned the hard way (¿existe título más definitorio?) ya lo dice todo, actitud y firmeza. Soul para paseos en coche por la ciudad, soul nocturno, temazos de la ostia como Better things, o vaciles como Money, que solo una tía con todo en su sitio puede cantar. Y es soul actual, mirando al pasado en cuanto a estilo, genética y todo, pero facturado hoy. Es el camino de la verdad, apartado de las estrellitas pseudo soul de Carrefour que deberían limitarse a lamerle los tacones a esta Sharon Jones que se impone, como en su anterior 100 Days 100 Nights, y gana por estilo y ovarios.

martes, abril 27, 2010

BLUE RODEO: "THE THINGS WE LEFT BEHIND" (2010)


El disco de Blue Rodeo acaba calando. Al principio no me gustó, lo veía como country de jardinería, de amapolas y tulipanes perfectamente sembrados, y setos recortados de coquetas formas, preciosismo empalagoso disfrazado de eso que llaman música luminosa que te alegra el día, todo demasiado bonito y brillante, falto de músculo, falto de malas hierbas y de mierda. Ocurre sin embargo que con Never look back ya dan un primer aviso, tema perfecto, coreable y chispeante, y poco a poco te das cuenta de que el disco tiene carácter. Y no le negaremos ahora el carácter a una banda con una docena de discos a sus espaldas, aunque aquí nos parezca que acaba de salir de debajo de una piedra. Los prefiero con ese toque lisérgico de temas como Wasted, del segundo CD, o con los diez minutos de hipnosis con los que terminan, esa preciosa Venus rising, pero The things we left behind merece unas cuantas inmersiones serias, hay una calidad y un cuidado por las canciones propios de, como digo, un jardinero real. Nadie poda los setos como Blue Rodeo, de eso estoy seguro.

sábado, abril 24, 2010

URIAH HEEP "THE STORY"


Por unos irrisorios 19 euros me agencié la fantástica caja con 5 cd´s de Uriah Heep, en la nueva tienda Pentagram de Barcelona. Inéditos, directos, sus clásicos, todo precioso y bien presentado. Aunque llevo años comprándome cada uno de sus discos, esta señora caja me obliga a sacar unas cuantas Budweiser de la nevera y emprender la aventura Heep de nuevo. Qué grupo tan fascinante en todas sus vidas. Con un potencial semejante al de unos Sabbath, Uriah Heep tenían el problema de ser feos y de no haber encontrado un camino radical que les diferenciara del resto, como sí hicieron Sabbath, Purple etc. No todos los grupos tienen un Iommi o un Blackmore que te cambien el curso de la música. Escoge cualquier disco con David Byron de cantante (Look at yourself, Sweet Freedom etc. etc.), o algunos de los posteriores con John Lawton (ese Innocent Victim es un clásico total), o su primera etapa heavy en los 80, y descubrirás una banda a la que puedes dedicarle toda tu vida, como las grandes bandas. Nadie puede cansarse de Kiss, Alice Cooper o de la Purple Family, creces con ellos y te los llevas a la tumba, bien, pues el filón Uriah Heep también es inagotable. Su presente es más que digno, con el excelente último disco Wake the sleeper, y se dice que pueden venir de gira pronto. Escuchar en directo de una vez temas como Lady in black, July morning o Stealin´ puede ser grande.

jueves, abril 22, 2010

MI BANDA Y MI BLOG


Ensayamos dos veces por semana, Héctor, Jimmi, Manel y yo. Tocamos blues principalmente, un poco de rock n´roll, y aprendemos cada día que pasa. En mi vida necesitaba formar parte de una banda de rock, así que puedo decir que he cumplido uno de mis sueños. En un mes Black Pines entramos a grabar algunas canciones para tener un bonito CD con el que permitir que se nos escuche. Es genial pensar en rock n´roll casi las 24 horas, y encima poder tocarlo. Muchos bloggers y amigos lo hacéis desde hace años y ya sabeis de que hablo ¿verdad?
Otra cosa. Después de mucho tiempo pensándomelo, me decido a cambiar un poco el aspecto del blog. El blanco está de moda en el mundo blogger, y además me apetecía darle un toque más sereno y limpio a Rock n´roll Outlaw, así que paso del gris / negro al blanco total. Espero que a los que teneis la amabilidad de leerme os vaya bien el cambio.

miércoles, abril 21, 2010

RESTAURANTE SAÜC

Una buena cena depende principalmente de ti. A veces vas a cenar fuera y la cosa no funciona y culpas al camarero, al primer plato o al disgusto que te dieron con la cuenta, pero eso es como echarle la culpa al árbitro. Una buena cena, me refiero a algo memorable, depende en primer lugar de ti. Si estás a gusto, en paz, y si estás con quién quieres estar, entonces los demás elementos pasan a ser secundarios. A veces son los clientes quienes hacen bueno a un restaurante con su buena disposición, con malos rollos te aseguro que no comes bien ni en Arzak. La cena en el Saüc fue una noche feliz, y además en este caso el restaurante nos ayudó completando el decorado. El Saüc se esconde en el Passatge Marimon, entre el nuevo bar Velódromo, del que ya hablé aquí, y el italiano Il Buono Amici, del que también hablé. Es un local correcto y soso, como lo son ahora todos los restaurantes con pretensiones de Barcelona. Saüc cuenta con una estrella Michelín y unos precios que me parecen demasiado acordes con esa clasificación, y que pueden obligarte, aunque no quieras, a optar por el menú degustación, más ajustado de precio, a 58 euros, con aperitivos, tres platos, quesos y dos postres. La cocina es intachable, el producto excelente, con unas buenísimas judías de Sant Pau, o los guisantes y el rape en perfecta harmonía. El ritmo en sala es correcto, con la maître bien dispuesta y rápida. El restaurante se divide en dos salones, uno éstaba vacío, posíblemente era la zona fumadores, y el otro tenía varias mesas ocupadas. Saüc es un restaurante pequeño que huye de cualquier pomposidad, íntimo y quizás falto de un trazo personal más acusado, tanto en sala como en cocina, una marca, una autoría que lo englobe todo, por lo demás, muy buen restaurante, que es a lo que vamos.

LA DUQUESA

La prensa y los programas del corazón, el morbo y el famoseo llevan años dominando las parrillas televisivas, los quioscos y los corrillos escolares y laborales. El fútbol hace tiempo que ya no es el único opio del pueblo, ahora está Sálvame. Una de las derivaciones de esta ya larga moda massmediática, que ya no es moda sino que es lo que hay, son las TV movies que, como La Duquesa, documentan la vida de uno de estos personajes que pasean sus vidas por los medios y que cobran por ello, y hacen que otros -los llaman periodistas- cobren de ellos. La Duquesa versiona la vida de esta señora de la que ahora se ríe todo el mundo, y probáblemente ella también. Y lo hace con medios y profesionalidad, con buenos actores y técnicos, y toda la mantelería, vajilla y cristalería necesaria para maquearla como una gran producción de época. Televisión carrinclona que dramatiza la vida de esta señora con todos los funerales, lágrimas, rebeldías, coches de época y criados fieles, guerras y amores necesarios. No aporta nada, está bien hecha y es innecesaria. Es otro producto destinado a retroalimentar la cultura del famoseo; todos los programas, revistas y etcétera que viven de eso se alegran por TV movies como esta, u otras que narran la vida de Lola Flores o de la Pantoja. Como decía Laporta, no estamos tan mal hombre, que peor será cuando de aquí cinco o diez años la protagonista de la TV movie de turno sea Belén Esteban.

sábado, abril 17, 2010

KISS & THE ELDER, HISTORIA DE UNA LOCURA


"El grupo y Bill Aucoin estaban reunidos, pensando en el próximo movimiento de Kiss. Alguien dijo: ya sé, llamemos a Bob Ezrin y hagamos un Destroyer II. Así que contactaron con él y hubo otra reunión donde todos dijeron que iban a grabar un disco de puro rock n´roll. Ace se había construido su propio estudio en Connecticut y todos estaban excitados por grabar. Y allí se fueron enseguida. Semanas después nadie sabía nada de ellos en la oficia de management, aunque no paraban de llegar montañas de facturas, y yo los llamaba una y otra vez pidiéndoles que nos dejaran escuchar alguna cosa. Dos meses después les dije que me iba a Connecticut para escuchar de una vez el disco que estaban grabando. Sorprendentemente me encontré en el estudio a Ace y a Bob Ezrin. Bob me puso el disco y yo que lo único que esperaba era oir ese UN, DOS, TRES, CUATRO!! y en vez de eso escucho a Paul cantando en falsete por encima de una orquesta y unas flautas. Miré a Ezrin y le dije, Bob, dos meses en el estudio, 300.000 dólares. Rock n´roll, Destroyer II... ¿pero que cojones es esto? Bob me miró, se encogió de hombros y me dijo: ni idea".
Ric Aliberte (del management de Kiss en 1981)


La de Kiss es una historia llena de altibajos, por cada acierto, un despropósito. Como funcionarios del rock n´roll han intentado siempre defender su parcela en el showbizz, y si eso significaba quitarse el maquillaje o facturar un disco grunge pues adelante, la coherencia o la integridad jamás han importado cuando llevas botas de plataforma y maquillaje en la cara y quieres que el público te adore. El éxito que tuvieron en las temporadas 76, 77 y 78 les sorbió los sesos y les convenció de que cualquier cosa que no fuera repetir, o aumentar, ese impacto cultural y económico, sería un fracaso. La dependencia del éxito que han tenido siempre Paul Stanley y Gene Simmons marea, Iron Maiden por poner un ejemplo entre miles, no iban tan estresados, grababan un disco y se iban de gira, y al cabo de uno o dos años repetían, pero jamás parecían obsesionados por encajar sus traseros en el lugar más alto de la pirámide. Siempre me ha gustado la Kiss-anécdota de cuando en los 80, allá por el difícil periodo del Asylum, 1986, el equipo de management les aconsejó actuar en lugares más pequeños para por lo menos no tener que presenciar cada noche pabellones con capacidad para 20.000 personas con tan solo 3000 asistentes; Gene y Paul se negaron en rotundo, ¿Kiss actuando en salas de pequeño / medio aforo? Kiss eran grandes, arena rock, y si tenían morir, morirían en lo alto del escenario en un Forum de L.A con cuatro gatos en las gradas. Esa ceguera obsesiva, ese estrés continuo por tratar de mantenerse arrogántemente en la cima (que por cierto, es una de las gracias que tiene esta banda, de ahí una discografía -y unos modelos de vestuario- tan sorprendente, variada y loca), es la que provocó que en 1981 editaran su obra más Spinal Tap, destrozada y odiada ("gorda" en posteriores palabras de Paul), a la vez que querida por muchos de sus fans, el disco conceptual The Elder. Situémonos en los cuarteles generales de Casablanca Records, en una sala de juntas repleta de ejecutivos trajeados, puros encendidos y Gene y Paul expectantes por pulsar el play y que empiece la audición de su obra más ambiciosa, un disco conceptual acerca de un tema tan comercial como... la lucha entre el bien y el mal. Contrastando con la seguridad que exhibían los dos líderes de la banda, las expresiones de los ejecutivos mientras el disco iba sonando fueron pasando del ceño fruncido al disgusto, y finalmente al pánico más absoluto ¿quién coño iba a comprar ese disco? ¿¿Os habeis vuelto locos?? Habían invertido casi medio millón de dólares, dando total libertad creativa a la banda, habían pagado las caras minutas del genio Bob Ezrin, que anteriormente les había producido Destroyer, y ahora recibían un pedazo de basura pretenciosa que se parecía a todo menos a Kiss. La sala de llenó de tensión, el drama había empezado.


El disco no había por donde cogerlo, en vez de hacer lo lógico y salir de las charcas poperas en las que se habían metido con el blando Unmasked de 1980, en vez de devolverle a la banda los riffs y la calentura, habían tratado de imitar el The Wall de Pink Floyd con unas canciones que directamente contaban una historia para anormales, con violines y coros, y unas ínfulas de artistas que daban grima, en una banda que lo que se le daba bien era cantar "méteme la mano en el bolsillo y menea mi cohete". Incluso habían contado con la pluma -la de escribir- de alguien tan respetado como Lou Reed para un par de temas. Gene y Paul han reconocido posteriormente que The Elder es el disco que grabaron para que los críticos les respetaran de una vez, y dejaran de considerarles un circo, pero ante ese vinilo con la portada de la mano golpenado la puerta (que pertenece a una iglesia situada en Central Park West, Nueva York, de la cual tuvo que hacerse un molde especial y etc. etc., provocando otro gasto innecesario más), donde ni siquiera se entreveía el icónico logo de Kiss, si bien algunos críticos quizás escribieron artículos elogioso, el gran público directamente ignoró la jugada y se fueron a otra cosa. Y cuando una banda populista como Kiss se queda sin público, es una tragedia. Recordemos que sus discos habían caído estrepitosamente en ventas (hasta un 65% menos que en su época de gloria en el 77), habían sobresaturado groseramente el mercado de merchandising que ya nadie quería, y ya ni se planteaban girar por su propio país por miedo a perder millones de dólares. Kiss estaban mal, pero con The Elder ya podían darse por muertos, o peor, se les había ido la olla para siempre.


Pero nadie les quitaba la venda de los ojos, y los planes para The Elder eran grandes, monumentales, al más puro estilo hype de Gene Simmons. Si os fijais, la trama del disco (trama por decirlo de algún modo), con el niño que es elegido por el consejo de sabios, los Elders, para salvar al jodido mundo, está incompleta (y en las ediciones en vinilo desordenada, ya que en el momento de publicar el disco se varió el orden de las canciones para favorecer la cañera The Oath y el single A world without heroes, que pasaban a ser primeros temas de cada cara; en las reediciones de finales de los 90 se corrigió el orden y la historia, por fin, pasó a tener sentido), como digo, la narración termina sin ton ni son porque Kiss pensaban sacar dos volúmenes más de The Elder que permitirían entender la narración completa ¡dos discos más! Supongo que Gene acababa de leer a Tolkien y ya se veía creando nuevos mundos repletos de elfos rockeros, incluso se hablaba de una película y habían empezado a diseñar una gira temática, mezcla teatro y música, con un escenario con forma de nave espacial (!), un templo de Kiss (!!) y un panal de abejas gigante (!!!). Naturalmente después de aquella audición ante los ejecutivos, cualquier idea de presentar en directo el álbum, o de grabar algo parecido, se deshechó al momento. Unicamente se presentarn algunos temas en TV, en USA y Europa, incluida aquella actuación desde Studio 54 transmitida en directo al Festival de San Remo, con Kiss convertidos en trío debido a que Ace había sido incapaz de levantarse de la cama. El tema Ace era otra fuente de problemas para Gene y Paul. Incapaz de producir música, borracho e intratable, Ace convenció a la banda para grabar en sus recién estrenados estudios subterráneos Ace in the hole, situadas en su granja de Connecticut, y lo mejor es que ¡el tipo no se presentaba a grabar en su propia casa! Lo que jodía a Ace era el proyecto en sí, jamás entendió la empanada conceptual de Paul, Gene y Bob Ezrin, y a consecuencia de ello, se limitó a meter algunos riffs de guitarra que luego Bob Ezrin bajaba hasta lo mínimo en la mesa de mezclas, provocandole enormes cabreos a Ace, y un solo tema suyo, Dark Light. La pereza absoluta. Desgraciadamente para Ace, la marcha de Peter Criss había supuesto un desequilibrio en la balanza de decisiones, y ahora Paul y Gene, que siempre estaban de acuerdo en todo, ganaban a Ace por dos votos a uno en cualquier decisión importante. En cuanto al chico nuevo en el estudio, Eric Carr, nadie le preguntaba qué opinaba porque sencillamente era un asalariado. Calla y toca la batería. La insatisfacción de Eric en el estudio fue una constante en toda su carrera con Kiss, sus canciones eran ignoradas, y el input creativo mínimo.


Para este periodo repleto de esperanzas extraterrestres, Gene y Paul decidieron cambiar de imagen y embutirse en los trajes más feos que hayan llevado nunca, adoptando una estética entre medieval y salida de la serie Fama; sin duda el pelo recogido de Gene o la cinta en la cabeza de Paul (que iba pasadito de kilos) eran la prueba de que alguien les había echado algo raro en la hamburguesa. Y no era culpa de la música, las canciones están bien, el disco tiene un sabor muy particular, The Oath es fantástica, A world without heroes una joya que la banda supo recuperar en aquel Unplugged del 1995, Under the rose es puro musical... El disco tiene una magia muy especial, pero fue el peor disco que podían hacer en el peor momento. En el tour de convenciones para fans que hicieron antes de reunirse la formación original, en 1995, cuando era la hora de interpretar en acústico lo que los fans les pedían, Paul y Gene alucinaban de que fans histéricos gritaran los títulos de The Elder, un disco que ellos habían tratado de olvidar desde el mismo día en que se editó. La caída de la banda fue tan grave que ni con su retorno al rock duro con Creatures of the night en 1982, consiguieron recomponer parte de su estatus, teniendo que anular incluso la gira de presentación del lp por las escasas ventas de tíkets. Movimientos tan estúpidos en su carrera no volvieron a producirse hasta que en 1995 grabaron el engendro grunge Carnival os souls, disco firmado por unos rockeros en las últimas tratando de subirse al carro de Alice in Chains cuando el grunge ya estaba en decadencia. Pero en esta ocasión tuvieron la suerte de reunirse con Ace y Peter y parar la maquinaria para embarcarse en el super exitoso Reunion Tour y evitar así el batacazo tremendo que, seguro, se habrían pegado. Finalmente, en el 2010, The Elder es un disco apreciado, y tanto sus creadores como los fans lo vemos con una media sonrisa. Fue una tragedia en su día, pocas veces una banda ha sufrido una crisis de identidad tan fuerte como la que tenían Kiss en 1981, pero ahora lo escuchas y disfrutas. Uno que es muy matao, se ha imaginado un montón de veces cómo hubiera sido ese frustrado y loco The Elder World Tour, o cómo hubieran sonado la segunda y tercera parte del disco. A Gene se le revuelve el estómago solo de pensarlo.

jueves, abril 15, 2010

'Where the Wild Things Are' The Sun is Going to Die


Esta película podría fascinar a muchos niños como me ocurrió a mi con Cristal Oscuro, quizás les vaya grande, y más acoastumbrdos como están a lenguajes bien distintos como el televisivo o el estilo Pixar, pero he comprobado que las cosas que menos he olvidado de cuando era crío son las que nunca entendí, aquellas películas que escondían secretos que yo era incapaz de asimilar. Pero lo que Spike Jonze ha hecho con Where the wild things are es mucho mejor que cualquier Cristal Oscuro. Hace poco escribía en un post sobre los niños que gritan y odian y nunca sabes porque, bien, esta película con su isla de seres peludos siempre tristes podría ser la respuesta. Los niños que gritan y odian tienen islas con monstruos que se sienten solos y tristes, y eso no les da la razón claro, pero es así. Como ser John Malkovich, Adaptation, Where the wild things are, increíble triplete el de Spike Jonze. Memorable la poesía de escenas como esta, cuando Max le cuenta a Carol, su amigo y su propia metáfora, que el sol algún día desaparecerá para siempre.

lunes, abril 12, 2010

JAKOB DYLAN: "WOMEN AND COUNTRY" (2010)


Este Women and country de Jakob Dylan no supera en mi opinión la sabrosa e insistente quietud de su anterior Seeing things, pero tampoco hace falta. Añade aquí más riqueza musical, un entorno más country, sutiles vientos y violines, la participación de Neko Case y su voz de miel, y T Bone Burnett produciendo. Jakob encontró hace tiempo su espacio, y canta como un errante chico ostra sordo a lo que el mundo diga del hijo de Dylan. Everybody´s hurtin´ es sensacional, como la paisajístia, amplia, They´ve trapped us boys, y lo mejor es que parece que temas perfectos Truth for a truth le salgan tan solo respirando. El rotundamente atractivo Jakob tiene una forma particular de enfrentarse a las canciones, mima las melodías como si fueran gatitos, y aunque sople un viento huracanado el tipo ni se inmuta; Women and country es seda delicada (a menos de 10 dólares en Amazon), otro magnífico disco en una carrera con un presente tranquilo y sin obstáculos ni apellidos.

domingo, abril 11, 2010

FÚTBOL Y POLÍTICA

Algo va mal cuando entrevistan a Joan Laporta en el programa deportivo nocturno de RAC 1 y después de varias cuestiones sobre fútbol se le pregunta sobre sus intenciones de iniciar carrera política, el Estatut, cómo va el país etc. y luego como quién no quiere la cosa vuelven al fútbol, todo con el mismo tono y ligereza. Mezclados, política y fútbol se me atragantan, y no solo por la conocida y discutible actitud de Laporta, también por la actitud de los medios de comunicación que participan en esa vanalización (futbolización) de la política; digamos que algo va mal, fatal, cuando la sección de política de un diario generalista viene protagonizada por Laporta, y el mismo día el Sport también tiene una foto del presidente del Barça en portada. Hace años mirábamos a Berlusconi o a Gil como caciques que aprovecharon el fútbol para entrar en el juego del poder a gran escala, y pensábamos que eso no nos pasaría en Catalunya. Pero ahora ocurre lo mismo con Laporta, y los periodistas que le preguntan con la misma ligereza sobre Messi y Montilla, Ibrahimovic y el tripartito, Puyol y Estatut, están abonando ese camino. Yo me negaría a preguntarle nada sobre política a un presidente de un sitio donde se juega con una pelota, por más grande y querido que sea ese sitio.

sábado, abril 10, 2010

SLASH: "SLASH" (2010)


No está mal el disco de Slash. Nadie puede hacerle ascos a Ghost, con la voz de Ian Astbury, o a Promise, con Chris Cornell o el castizo Doctor Alibi de Lemmy. Pero quién ha dicho que el rock n´roll sea solo buenas canciones. Aquí falta el espíritu y el aceite de motor que une a los miembros de una banda que ensayan, viajan, beben y tocan juntos cada día. Siempre me han aburrido los discos de guitarrista con distintos cantantes, son tan fríos que no sabes por donde cogerlos, no hay unidad de banda, ahora recuerdo aquel Iommi que firmó el hombre de Black Sabbath ¿quién se acuerda de discos así? Me gustan las bandas de rock n´roll, tener sus cromos e imaginármelos tocando cuando escucho las canciones. Aquí tan solo veo un aséptico estudio de grabación y varios vocalistas que entran, hacen su trabajo y se van. E incluso el estilo de Slash, sin poder desarrollarse en el entorno de una banda fija y currada, está aquí más irreconocible que nunca. La jugada le habrá salido bien, y repito, aquí hay calidad, pero a mi esta clase de discos no me interesan.

miércoles, abril 07, 2010

BARÇA, MESSI & REVEREND HORTON HEAT

Pensé, me gusta el fútbol, no tanto verlo como leerlo (no me pierdo nunca los escritos futboleros de Ramon Besa, Sergi Pàmies, Santiago Segurola, John Carlin o las lecciones de vida de Joan Golobart en La Vanguardia), pero me gusta el fútbol y el Barça, y creo que deberíamos absorber todo lo que Guardiola, Messi etc. nos están brindando pensando en que es irrepetible, y que nuestros hijos nos preguntarán por ello, así que mejor haberlo vivido a fondo y que no nos pase como esos padres que cuentan como corrían delante de los grises durante la dictadura, cuando eso es precísamente lo que nunca se atrevieron a hacer, como que si todos ellos dijeran la verdad, los grises se habrían cagado de miedo. Y sin embargo no me quedé en casa viendo el partido contra el Arsenal.


Ayer tocaba Reverend Horton Heat en el Apolo y quise demostrarme a mi mismo que aún en estas santas jornadas de Champions, la música podía estar por encima. Más tarde, en casa, podría gozar en Youtube de los goles de Messi, pero el gran trío rocker de Dallas solo venía esa noche, y había que fichar. Apolo estaba a menos de la mitad del aforo, claro, y el concierto en el primer tramo pareció resentirse de ello. Jim Heath y los suyos cogieron fuelle poco a poco, y el público igual, pero costó. La música es ese huracanado psychobilly, punkabilly, lo que sea, que tocan con clase y garra, pero el reverendo Heath es un tipo raro, me recuerda al vecino fascistoiode de Kevin Spacey en American Beauty, es un crack a la guitarra, pero su comunicación con la gente es casi nula, incluso cuando sonríe su rostro dibuja una mueca forzada y fea, lo imaginaba más loco y lenguaraz, pero a la mitad del concierto ya te acostumbras, y entonces acabas abandonándote y te mueves como un teddy boy de saldo al son de las progresiones rapaces de su guitarra y la candela que suelta el bajo de Jimbo Wallace. Jim Heath es un veterano y dosifica la energía de forma ramoniana, con bandazos de cinco o seis temas seguidos, una mínima pausa para afinar y tomar aire (en la que suena la música de ambiente de la sala), y vuelta a la tralla. Quizás en sus años mozos el directo de Reverend Horton Heat conseguía empitonarte a base de bien, ahora es todo calidad y energía bombeada a velocidad constante, que es suficiente para que valga la pena anteponerlo al Barça... Solo por esta vez.

lunes, abril 05, 2010

SHUTTER ISLAND


A la hora de estar viendo Shutter Island pensé que me habían invitado a un festín de los de copa y puro, la temática, la historia, la ambientación, los personajes, todo era perfecto e iba a más, es como, ponte cómodo en la butaca y disfruta. Una gozada seguir a Leonardo DiCaprio (un actor al que Scorsese ha revivido y hecho madurar) por esa isla-manicomio y dejarte llevar por la sorpresa y el lado oscuro de la mente. Frenética y hasta cierto punto visceral, como lo era la excelente Infiltrados, la película va cambiando luego y se adentra en la bruma de la duda, del qué es y qué no es real, sombras, visiones e imágenes oníricas en un último tramo en el que todo cambia y te despegas del personaje principal para acabar pensando lo que sueles pensar cuando ves películas sobre manicomios: ¿quién está verdadéramente loco? ¿nosotros o ellos? La primera escena en el barco, rara y normal a la vez, ya es un sutil aviso de lo que vendrá después, con un precioso decorado de fondo marino intencionadamente falso. Disfrutareis como enanos de la primera parte de Shutter Island, y por eso dadle una oportunidad a la segunda, emocionante, bella y compleja deconstrucción de la mente del personaje protagonista. Banda sonora de Robbie Robertson, by the way.

sábado, abril 03, 2010

ASADOR BEDUA

Hemos pasado unos días en el País Vasco y mi conclusión es la misma de cuando salí de Barcelona. Todos los caminos conducen al chuletón. En mi punto de mira estaba el asador de Bedua, en la costa, a las afueras de Zumaia y al ladito de Zarautz, bonito pueblo turístico (¿turístico y bonito? en el País Vasco eso es posible, en Catalunya somos idotas y tenemos Salou y sus 8000 estudiantes ingleses echando la pota por la calle), que es donde Arguiñano tienen su restaurante. El asador de Bedua valía todo el trayecto que hicimos, era el corazón del viaje, y tanto nosotros como nuestros amigos Kike y Txell aparcamos en el caserón con la ilusión de que las expectativas fueran colmadas. Ya junto al restaurante, lo primero que encuentras son los huertos que abastecen al negocio con hortalizas de primera y a pocos metros unas feas naves industriales, quizás una síntesis de lo que es este país; luego antes de entrar en el comedor, es bueno detenerse ante la brasa de carbón donde un simpático cocinero con un perraco dándole vueltas oficia la ceremonia del chuletón, que es tan sencilla como el abecedario, pero en cuántos sitios del país podrás comerte ese pedazo de carne roja, gustosa hasta decir basta, de buey castrado. Parrilla, sal y a la mesa, el mejor chuletón que has comido en tu vida.


(Unos besuguitos hacen compañía a nuestros chuletones)

La experiencia sin embargo empieza con el mismo lugar, como digo un caserón recio pero arregladito por dentro, y la clientela, con orondos empresarios vascos que cierran sus tratos delante de unas angulas. Los entrantes son digna alfombra roja para el chuletón que vendrá después, con una tortilla de bacalao que se deshace en ella misma, crudita y jugosa, y unas alcachofas, y unas habas, y unas croquetas que no decepcionan, el único problema fue que las camareras se estaban pasando de velocidad a la hora de traer cada plato, haciéndonos comer como ganado famélico, probáblemente porque los chuletones ya estaban en la parrilla y había que atinar los tiempos para que no llegaran ni pasados ni fríos a la mesa. Cuando por fin sirvieron los dos platos con el rey de la carne magra todo fue comer y comprobar que las expectativas habían sido colmadas. Ante eso, uno paga la cuenta con gusto y espera volver algún día a gozar de un festival primitivo y único.

viernes, abril 02, 2010

QUO VADIS & ESPARTACO

El género bíblico me encanta. Las películas con tipos fornidos en túnica, sagradas escrituras, crucifixiones, emperadores locos y decorados en cartón piedra son de mi agrado desde que veía Ben Hur con mi abuela. Si bien prefiero las desviaciones mitológicas y más cochambrosas de estos "kolossal", y lo paso pipa con cualquier peplum de Steve Reeves, o con subpeplums como Maciste en el Infierno de Gengis Kahn (¡guau!), en estos días me alegra pillar por la tele clásicos de un cine que trataba de aplastar el auge de la televisión en los 50 a base de grandes presupuestos y grandes espectáculos.


(Peter Ustinov, la locura y la pereza del poder)

Hoy he visto Quo Vadis y Espartaco, en TV1, por tanto sin pausas publicitarias, y me he reencontrado con la primera, dirigida por Mervin LeRoy, prototipo de kolossal académico, todo espectáculo, todo melodrama, con el zorrón de Petronio interpretado por Leo Genn que borda la pantalla y con Peter Ustinov disfrutando de lo lindo entre rácimos de uva y copones de vino. Quo Vadis marca la línea de meta de este tipo de films, a partir de ahí nada nuevo podía suceder, a menos que un tipo llamado Stanley Kubrick dirigiese Espartaco, que es todo plasticidad, ritmo y movimiento, y deja la anterior en un film carca y pasado de moda. Espartaco es mucho más que un kolossal, es un film de lenguaje moderno, cuya influencia ha durado hasta ahora, y del que todos guardamos ese u otro momento imborrable, en mi caso cualquier plano donde aparezca Charles Laughton, y la energía e ilusión que tenía Kirk Douglas en sus ojos. El final siempre me hace llorar, inevitable, y sigue sorprendiéndome la escena censurada en la época y recuperada en los años 90, en la que Lawrence Olivier trata de seducir a Tony Curtis con eso de las ostras y los caracoles. La escena impacta por el diálogo, claro, es porno de serie Z y cuartelillo, increíble que la rodaran.


(Lawrence Olivier confiesa sus gustos gastronómicos)