martes, junio 16, 2009

PROTESTA EN SEVILLA

Todos damos pena alguna vez en alguna situación, hacemos algo y lo hacemos horrorosamente mal, o tratamos de arregalar una cosa estropeándola todavía más, o símplemente tropezamos con una piel de plátano o nos damos de morros contra una farola. Lo que no es normal es que miles de personas una bonita tarde de junio decidan dar pena a la vista de todo el mundo. Eso ha ocurrido en Sevilla, donde ayer se salió a la calle en masa para protestar... ¿por la crisis? ¿la falta de trabajo? ¿la victoria de Ahmanideyad en Irán? ¿las amenazas nucleares de Corea del Norte? no, algo mucho más importante ¡sesenta mil personas salen a la calle para protestar contra Manuel Ruíz de Lopera, presidente del Real Betis Balompié! Por un lado da pena ver a tantos ciudadanos insultar al tipo al que le han reido las gracias de señorito de cortijo cuando las cosas iban bien; España es así, es la relación secular entre el terrateniente y sus súbditos, hace poco tiempo "Don Manué" se paseaba por las calles de Sevilla como un Napoleón de fino y pandereta, aplaudido por todos, pero ahora que el Betis baja a segunda, oh, Don Manué es un miserable, salgamos a la calle para defender a nuestro Betis. Eso es ser patético, aunque quizá, simplemente, sea más triste salir a la calle para protestar por algo tan idiota como el fútbol, al lado de esta tontería, las manifestaciones de la Conferencia Episcopal en Madrid parecen hasta sustanciosas e inteligentes. Es como si yo y cien mil más salimos a la calle a protestar por el estado del jodido rock n´roll, o porque los Stones no pasen por Barcelona en su próxima gira, es así de estúpido. Cuando rebajamos el noble acto de la protesta al fútbol, que es entretenimiento, sentimiento incluso, pero para nada algo suficientemente digno como para salir en masa a protestar, poco podemos esperar de nosotros mismos. África, los cayucos, los sin tierra, las víctimas de la represión iraní y las víctimas de las minas anti-persona ya pueden esperarse sentados, en el primer mundo estamos ocupados protestando contra Don Manué.