domingo, febrero 01, 2009

TOP 5: DISCOS DE DYLAN QUE NADIE QUIERE TENER PERO QUE VALEN LA PENA.

Los 80 y primeros 90 fueron una época extraña para Dylan. A inicios de década intenta poco a poco despertar de su iluminación cristiana, edita un grandísimo Infidels, y luego se pasa el resto de década hasta su obra maestra Oh Mercy dejando que productores y colegas de profesión traten de adaptarlo a los nuevos sonidos, él sigue escribiendo grandes temas, pero se mantiene en una órbita lejana y poco comprometida, y en el estudio no manda como antes. Pero una década mala de Dylan es sin embargo una gran década para la música. Aquí reuno los discos que, aunque faltos de grandeza, si contienen suficientes proteínas dylanianas como para no faltar en la dieta de cualquier aficionado. Es buena música, y despachársela con el rollo de que los 80 fueron terribles para Dylan es simplificar. Que yo sepa, Dylan sigue siendo Dylan sea la década que sea.

1- "SAVED" (1980)



El núcleo duro de la época chunga de cristiano radical. En cuanto a la música, las actuaciones en directo de Dylan en esta época son de lo más emocional en su carrera (y radical: no incluía ninguna canción que no fuera de su etapa cristiana inaugurada un año antes con Slow train coming). Saved está producido con el culo, pero aleteos gospel como Pressing on o absolutas maravillas como Covenant woman lo hacen imprescindible.

2- "EMPIRE BURLESQUE" (1985)



Producción de nuevo horrorosa, ochentas, qué decir, pero hay canciones pop perfectas como Tight connection to my heart (una canción que, todavía no se porque, me marcó de niño al ver el clip un día por la tele), o un clásico dylaniano como I´ll remember you, que tan bien interpretaba en la gira con Petty de 1986. When the night comes falling down the sky tiene fuerza y convicción, como la desesperada Seeing the real you at last. Disco a reivindicar.

3- "UNDER THE RED SKY" (1990)



Ni rastro de la producción sintetizada de la década anterior, ni de la jugosiudad nocturna de Oh Mercy, ahora Dylan, con Don Was a los controles, compone temas sencillos y honestos, como Born in time, Under the red sky o el juguetón Wiggle wiggle. Un disco humilde, sin presiones, un giro a lo compleja que resultó para él la grabación de Oh Mercy.

4- "SHOT OF LOVE" (1981)



Cierra este disco la trilogía cristiana con canciones poco reconocidas, como una favorita mia, Property of Jesus, o ese himno brutal, Shot of love, que nos lleva de regreso a aquel Gotta serve somebody de Slow train coming. Lenny Bruce es emocionante, aunque su letra parezca escrita por un crío.

5- "REAL LIVE" (1984)



Curioso que una gira floja, aquella que pasó por el Mini Estadi de Barcelona, diera como resultado un directo como este. Ni por asomo se acerca a lo que sería un hipotético directo oficial de las giras de 1979 o 1980 o las que compartió con Petty y los Heartbreakersen el ´86 y ´87, pero Dylan rockea y se muestra dispuesto y agradecido en los números acústicos. Es un disco que se deja escuchar, no te darás cuenta y lo tendrás más cerca del reproductor que otras obras de mayor calado de su autor.

THE DEAD + WARREN HAYNES


La gira de los supervivientes de Grateful Dead con Warren Haynes a la guitarra es un acontecimiento. Me muero de ganas por escuchar las grabaciones que van a salir de esos conciertos, la libertad y comunión de nuevo en escena. Sugar magnolia, Fire on the mountain, Uncle John´s band y quién sabe, Terrapin Station, Althea... Warren Haynes es como un ángel caído del cielo con la misión de ayudar a los necesitados, y Phil Lesh, Bob Weir, Bill Kreutzman y Mickey Hart necesitaban un golpe de gracia para salir de la rutina de sus respectivas bandas y recuperar casi al 100% el espíritu. Con Haynes a la guitarra me olvidaré por momentos de Jerry García, y por parte de los Dead qué decir, se mantienen en una forma fabulosa, en especial Bob Weir, con esa imagen de forajido en shorts.