viernes, octubre 31, 2008

MISERIAS

En Catalunya andamos con un debate político de altura. El olfato periodístico, la mirada crítica, la voz del pueblo se centran ahora en si el presidente del parlamento Ernest Benach ha hecho bien o no en tunearse su coche oficial con una mesa de madera, televisión y reposabrazos, total factura: 9000 euros. Y así se nos pasa el arroz. Seguimos siendo un país de fritanga y escalera de vecinos, siempre fisgoneando por la mirilla de la puerta, no sea que el vecino haya comprado un nuevo televisor mejor que el nuestro, no sea que la del cuarto primera se lleve al panadero al catre a eso de las 6. La misma miseria humana del vecino cotilla y envidioso es la del votante irritable que se escandaliza porque un político quiera ver la tele en su coche oficial. Hay tanta frustración social, tanta rabia incrustada en el alma, la misma que sentía el sirviente muerto de hambre por el señor del cortijo, que se comía el venado y le daba por culo a la chacha. Y lo más gracioso es que días después de la polémica, Benach dice que retirará la tele, la mesita y el reposabrazos de su coche, que hay crisis y que él es solidario con los ciudadanos con dificultades económicas. Qué buen hombre ¿verdad? Pensad que cuando en vuestra empresa haya un expediente de regulación y os manden a la calle, Ernest Benach se solidarizará con vosotros desde su coche oficial, sin poder apoyar el brazo como un ser humano normal, manchándose el traje por no poder comerse el donut en su mesita de madera y, dios, sin poder ver la tele en una pantalla plana decente.