viernes, octubre 12, 2007

EL ANTÍDOTO.


Mi humilde antídoto contra los políticos y sus banderas: King Diamond.

DOCE DE OCTUBRE: BANDERAS.

Día de la patria española y tal.
Igual de maravilloso o estúpido que la Diada de Catalunya, según el prisma por el que se mire.
El problema son los políticos.
Ellos han hecho de este día un enfrentamiento entre las esencias españolas y los nacionalismos. Has de tomar partido. Has de estar con uno o con otro, y luego, dar tu voto, claro. El político es amigo de movilizar al votante, prefiere arriesgarse a que no le voten que tenernos en el sofá sin siquiera acercarnos a las urnas el día de las elecciones. Por tanto, el enfrentamiento, que solivianta los ánimos, que cabrea, que mueve a decidirte por una opción, es conveniente. Nos convencen de que hay un tremendo problema con las jodidas banderas , y que hay que actuar. Nada de quedarse en el sofá. Levántate, enfádate y vota. Si puede ser por mi.
En democracia, cuando un político enarbola una bandera (y no solo por Rajoy & Co.), hay que echarse a temblar. Las banderas para la gente, que hagan lo que quieran con ellas. El bienestar, el progreso, la educación, esa debe ser la bandera del político.